POEMA NACIDO DE UN SUEÑO DE OTOÑO
Te llegas hasta mí
cuando ya me repliego.
Abates las murallas,
y reescribes las páginas en blanco.
Te miro fascinada,
en busca de la magia
que quebranta mis convicciones.
Qué extraña sensación se deriva
de este deseo de ti, prohibido;
de esta necesidad de acurrucarme
en tu regazo tibio.
Ojala estuvieses a mi lado
en esta lucha con gigantes.
No lo creas, cuando te digan
que sólo son molinos.
Tú y yo, amor, sabemos
que en ocasiones los gigantes
adoptan extrañas formas.
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