RESURGIMIENTO
Sí en tiempo de silencio, recibiera
el destello de un rayo repentino,
que iluminase -aun brevemente-
algún pequeño trecho del camino,
disipando tristezas
o acorralando soledades,
¿sería errado el alumbrarme
bajo esa luz fugaz?
Sí en tiempo de dolor,
-aun clavada la espina-,
algún ave armoniosa
prendiese de mi pecho su hermosura,
¿no habría acaso de acogerla,
de buscar su consuelo,
ofrecerle cobijo y con ella gozar,
dando tregua a mi duelo?.
Aun en tiempo de frío,
reinando pena o desaliento,
puede llegar el mar hasta mi orilla,
para besar mis pies, y el viento
traerme aromas de jazmines,
y una pizca de amor que como yesca
prenda la llama del resurgimiento.
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