Poema nacido de un sueño de otoño
Te llegas a mi vida
cuando yo me repliego...
Has abatido todas mis murallas.
Has borrado mis páginas no escritas,
las que contenían los códigos fundamentales,:
¡cómo no defraudar! ¡cómo lucir perfecta!
cómo jamás ponerse en evidencia
!
Te miro fascinada..,
en busca de esa magia tan tuya
que ha quebrantado mis convicciones,
y me ha desnudado de alma
ante censores, allegados y espontaneos.
Todos ellos tantean un espacio ciego,
Pero, qué importa su ceguera,
o su juicio implacable,
su clemencia o su condena
Qué extraña sensación se deriva
de este deseo de ti, prohibido;
de esta necesidad de derramarse
en olas líquidas de pasión, quizás,
o tal vez de ternura, sobre tu cuerpo,
sobre tu alma
De acurrucarse en tu regazo tibio
o acogerte en el mío amoroso
¡Y qué acometida sufre mi alma,
por parte de tu presunto amor..!
Ojalá estuvieses a mi lado
en esta lucha con gigantes,
-no les creas, cuando te digan
que tan solo son molinos-,
tu y yo, amor, sabemos
que en ocasiones los gigantes
adoptan extrañas formas.
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