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Un soplo de brisa fresca

Coplillas

Tu palabra

Tu palabra

Ideal para la plática amorosa,
florece la voz en tu garganta.
A veces me susurra, otras me canta
y, ¡con que dulzura tentadora
cuando es portadora de ternura!.
Con qué sutil diablura
me embruja con palabras zalameras,
Y de ese modo, aunque no quiera
he de rendirme ante su encanto.

Así día a día vas desplegando
sin compasión, tus armas seductoras:
Los rayos de tus ojos que enamoran,
tu hechicera sonrisa que fascina,
y tu palabra que me alborota.
No hay posible aflicción cuando me miras,
y de esa boca tuya -como ninguna-
brotan rojas camelias,
ardientes brasas
y blancas azucenas.

Súsurrame bien mío,
requiébrame un poquito,
¡y que mueran de celos las estrellas!

POR ALEGRÍAS

POR ALEGRÍAS

Calentaba el sol esos balcones
a los que asomabas a llenarte de mañana,
y era una aparición el verte arrebolada.
Tus mejillas, pétalos de amapola,
los ojos bajos, por sentirte contemplada.
Brasas eran mis ojos, y en ardiente llamarada
envolviéndote al descuido, mi mirada.®

ARREBÁTAME...

ARREBÁTAME...

Arrebátame a tu sueño
vestida de madrugada,
la mirada erguida al cielo
y la luna reflejada
en mis ojos aceituna.
Las manos entretejiendo
con flores una guirnalda
con la que adornar mi pelo.
Correteando descalza,
entre árboles que susurran
con sus cimbreantes ramas.
Y el rocío goteando
sus perlas sobre mi cara.

COPLA

COPLA

Invéntate una coplilla
y cántamela al oido.
Que resuene una guitarra,
y el viento, con un quejido
haga coros a tu cante,
y el río entone contigo.
Y que esa copla me diga
que tus sueños son los míos,
y que a pesar de pesares
te he robao los sentíos.