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Un soplo de brisa fresca

PARA TI

PARA TI


Para ti, escribo mi poema,
para ti, poeta amigo
que a la luna requiebras
y a la mar enamoras,
que de noche te nutres
y de amor desatado
invades y conquistas
la tierra donde pisas,
el aire que respiras,
la mano que acaricias
y el alma que te sueña.


Sólo las estrellas
que iluminan la noche
saben beber tu luz
para latir eternas
y a cada instante anhelan
que brilles tú con ellas.


Te escribo a ti,
que con tu verso
tiemblan de amor
los corazones
y también de tristeza;
a ti, que te envidia la luna,
el mar,
la brisa
y los luceros.


A ti, que por oírte,
hasta el silencio
no quiere ser silencio
y se rebela.


Belleza y elegancia,
candor y desaliento,
amargura crispada
de frenético gesto.


Tus manos extendidas
buscando todo o nada
y tus ojos ausentes
eternamente esperan
una ráfaga dulce
de frescor transparente
que acaricie tu cara
y te bese la frente.


Extiendo yo las mías,
levanto la mirada
sin buscar ningún sitio
y encuentro una sonrisa
amarga y abatida
detrás de cada verso.


Una lágrima triste
de acongojado vuelo
se columpia dormida
detrás de los cristales
ajados por el tiempo
y casi sin quererlo,
tímida y dulcemente,
se derrama en el suelo.


Un grito en un susurro.
Las manos hacia el cielo.
Nacer,
vivir,
amar,
volar,
sentir,
soñar...,
siempre es esa la meta,
siempre será ese el reto.


Para ti escribo mi poema.
Para ti solamente,
amigo de la luna,
del amor
y los sueños.
Para ti solamente
hago tuyo mi verso.

zxz

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