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Un soplo de brisa fresca

Silencio azul

LOS GRITOS DEL SILENCIO

LOS GRITOS DEL SILENCIO


Aguardaba la noche agazapada,
escuchando la voz de su silencio.
Era una máscara su rostro,
y ahogada en el agónico aliento
de este amor moribundo; ensordecida
por el eco estridente de la nada
y el terrible lamento
que nace de las almas desgarradas,
despeñándose camino del infierno,
yo aguardaba la noche agazapada,
mientras solo se oía su silencio.

LA PRIMAVERA

LA PRIMAVERA

Viva la primavera
que amanece gozosa una mañana
y va llenando las ventanas,
de luz y aroma a madreselvas....
Viste de gala la naturaleza,
los arroyos tintinean cantarines.
Retornan al fin las golondrinas,
y liban el polen las abejas
entre rosas, camelias y jazmines.
Los hinchados mofletes de la brisa
liberan su aire cálido,
rellenándose al punto de sonrisas.
La madre Tierra, nos procura el pan,
cuida de cada planta y cada viña, y aunque hasta ayer apareciera yerma
hoy resurge a la vida.
Reverdecen los bosques,
y de flores se inundan las vegas.
Retornan a anidar en las ramas las aves.
Es la mano de la propia Ceres
que rocía las mieses y fecunda las semillas.
Agua, aire, sol y luna
Montes, lagos, valles y praderas,
aves, flores, árboles y frutos,
al fin abandonan el luto,
para acoger a la primavera!

LA OTRA ORILLA

LA OTRA ORILLA Ya he de marchar amor,
se consume mi tiempo.
¡Qué extraña calma siento!
Es como un sueño plácido.
Se desvanece la memoria,
lo mortal se va desdibujando;
rostros amigos desaparecen,
e incluso el tuyo, tan amado,
se va borrando.
Imaginé más dura la despedida.
Creí más fuertes las raíces.
Pero no siento melancolía.
Ni siquiera estoy triste.
No ignoro que tú sufres,
que te sientes perdido,
más no te aflijas
me voy vacía de penas,
desnuda de rencores.
Ya libre de dolores e inundada
por una paz desconocida.
No guardes mi recuerdo
como herida sangrante,
tampoco entierres mi memoria en el olvido.
Déjame acompañarte,
hecha aire, brisa, aroma,
hierba, rama de olivo.
Estaré por ahí,
en la lluvia que te moja,
en el sol que te alumbra.
Invisible y real. Hecha vida.
Contemplándote desde la otra orilla. ®

ANTONIA ÁLVAREZ (cinde_)

ANTONIA ÁLVAREZ (cinde_) ALGÚN DÍA

Algún día...dijiste, tus palabras volaron,
y en un silencio denso tu voz llegó a la mía,
y de repente todo giró en torno a tu mundo,
y mi mundo se hizo con tus ideas mismas,
y una esperanza tenue arañada de espera,
-tejida con los hilos de la melancolía-,
hizo nido en el alma para habitar mi olvido,
para adornarme toda de besos y caricias,
henchida de emociones, vaciada de penumbra,
liberada de penas, madurada de risas,
estallada de luces, acrisolada en versos,
recorrida de pasmo, purificada y nidia...
Algún día...¡qué lejos!, qué lejos y qué cerca
del corazón de ambos, esas palabras tibias,
tan cerca que supimos cómo eran de imposibles,
tan lejos que quisimos detenerlas y unirlas,
atarlas con mil lazos, deteniendo su tiempo,
darles sentido pleno colmándolas de vida.
Tan cerca que sentimos todo lo que separa
lo real cotidiano de la ilusión ahíta
de tenernos del todo, de tomarnos las manos,
de recorrer la senda de cosas prohibidas...
Tan lejos que lloramos por todas las ausencias
de todos los amores que murieron de asfixia,
ahogados en silencios como olas sin retorno,
en la playa varados, sin luz ni despedidas...
Tan cerca, ¡ay!, y tan lejos, lo escucho todavía:
¡qué imposible, amor mío!, algún día..., algún día...

A SANGRE VIVA

A sangre viva arráncame la muerte,
que no quiero volar en el vacío,
ni soñar calidez temiendo frío
entre el hielo afilado de lo inerte.

A fuerza viva arráncame tan fuerte
la pena que solloza sal y hastío,
que no quepa ni un haz de escalofrío
en la lenta agonía de esta suerte.

Rompe la soledad hacia la sombra
que quebranta mi paz y me hace esquiva,
y me acora, me muerde y me atenaza.

Quiero sentir la fe que desescombra:
dame la certitud de que estoy viva
entre esta inútil muerte que me abraza.

ABRAZO

Dormitaré en la noche profunda de tu beso,
tras haber traspasado los últimos confines,
agotadas las horas, quebrados del exceso,
ahítos del aroma de todos los jardines...

Cayó así entre mis brazos tu piel, tu paz, tu peso,
y cogimos estrellas creando balancines:
en el fuego quemamos hasta el último hueso
como una llamarada de voz y de violines.

Te estrellaste en mi carne con ansia süicida,
para habitar sin miedo el cálido regazo,
llenándome la boca de versos sin medida.

Nos hicimos eternos amantes de un abrazo,
mordiéndonos la muerte en íntimo arañazo,
para anegar, amando, los cauces de la vida.

QUISIERA....

QUISIERA.... En este mi camino
de destino incierto,
de oscuro recorrido,
de sonidos silentes,
de difusos contornos,
quisiera yo que fueras
la luz incandescente
que alumbra mis andares;
el eco rumoroso
vibrante en mis oidos;
el pincel que dibuja
el mapa que me guía;
el grito jubiloso
al vislumbrar la meta;
el destello brillante
del esplendor perdido. ®

QUISIERA....

QUISIERA.... En este mi camino
de destino incierto,
de oscuro recorrido,
de sonidos silentes,
de difusos contornos,
quisiera yo que fueras
la luz incandescente
que alumbra mis andares;
el eco rumoroso
vibrante en mis oidos;
el pincel que dibuja
el mapa que me guía;
el grito jubiloso
al vislumbrar la meta;
el destello brillante
del esplendor perdido. ®

NUNCA

NUNCA NUNCA...

Nunca le vi como el hombre de mi vida.
Tan solo un puerto dónde atracar,
cuando huyendo de la tormenta, el mar
te empuja a buscar una salida.

Nunca hubiese imaginado su compañía
como algo indispensable;
tan solo ese momento deseable
en el que reposar, al fin del día.

Por ello, me ha dejado sin aliento,
hallarme ahora en el convencimiento
de precisarle, como al aire que respiro.

Y hoy, al despertar de mi letargo,
hube de beber, sin querer, el trago amargo
de saber, que sin sentirlo, le he perdido. ®

EPITAFIO

EPITAFIO Yacen aquí los restos de esa mujer callada,
que deseando amar, fue siempre rechazada.
Que deseo vivir.... más la vida no quiso...
Y optó al fin por morir, en busca del paraíso.

Nadie ha de recordarla, ni un solo instante.
Nadie ha de acompañarla dónde yace sin vida....
Nadie ha de revivirla con un recuerdo amable...
No habrá una tibia lágrima sobre su tumba fría. ®

LA ROSA Y LA HIERBA

LA ROSA Y LA HIERBA Llegaron a la vida casi a un tiempo,
cada una marcada por su destino.
Crecieron en jardines diferentes.
La una rosa en búcaro ostentoso;
la otra, hierba asentada al borde del camino.
La rosa fué ornato de salones,
recreo para la vista,
objeto de atenciones.
La hierba nunca atrajo las miradas.
Si acaso alguna vez
hubo de doblar herida;
(consecuencia de vivir en el suelo,
y al no vestir galana,
pasar desapercibida).
Aquella más delicada,
perdió sus galas imperceptiblemente:
una hoja ahora...otra mañana...
y desnudo de su encanto,
el búcaro ya solo mostraba
un tallo desolado.
En tanto la humilde hierba finalizaba
su ciclo vital sin estridencias,
y entregado su espacio, no fué entonces
ni más ni menos bella. ®

NOCHE SERENA

NOCHE SERENA

Noche calma,impregnada
de aromas a tomillo y romero.
Bajo la luna clara, tendida sobre la hierba,
los labios entreabiertos,
húmedos de rocío,
y los ojos clavados en el cielo
en busca de una NOVA a la que dar tu nombre.
Serena, sobre todo.
Hoy la paz hace nido en mi alma.
Los ojos se entrecierran en duermevela.
No pesa el aire, y apenas
se balancean las ramas.
El río próximo, tintineante,
levemente acariciado
por los rayos dorados de la luna,
hace ecos que van salpicando
y se entremezclan con brillos, sonidos,
murmullos apenas audibles,
indefinidas cadencias, envueltas en misterio,
cómplices de la magia que desprende
esta serena noche de noviembre. ®